«La Voz de San Justo», domingo 10 de septiembre de 2023
“También les aseguro que si dos de ustedes se unen en la tierra para pedir algo, mi Padre que está en el cielo se lo concederá. Porque donde hay dos o tres reunidos en mi Nombre, yo estoy presente en medio de ellos.” (Mt 18, 19-20).







Fuimos en realidad más que dos o tres. El pasado jueves concluyó el IX Encuentro Nacional de Sacerdotes en Villa Cura Brochero. Unos ochocientos curas de toda Argentina nos dimos cita en Traslasierra, siguiendo las huellas del Santo Cura.
Los temas presentados fueron muy buenos: uno mejor que otro. Me impactó, sobre todo, el ambiente. Ante todo, se respiraba clima de familia, de hermanos que vuelven a encontrarse. Pero también, de honda vivencia religiosa: si ibas al Santuario, siempre había algún cura -de sotana o de jean- rezando, confesándose o acompañando con un mate la rumia del Evangelio…
¿No es esa precisamente la verdad del sacerdocio? Dios ahí, sorprendentemente presente, entremezclándose con nuestra humanidad para estar así en medio de todos.
Los curas celebramos los sacramentos que dan la vida de Cristo al pueblo, especialmente la Reconciliación y la Eucaristía; pero -como bien nos recordó el padre Pepe Vallarino- el primer sacramento que ofrecemos somos nosotros mismos: hombres frágiles, ungidos por el Espíritu. “Llevamos un tesoro en vasijas de barro” (2 Co 4, 7).
Una pequeña confesión: de cura joven me incomodaba pensar de mí como instrumento en las manos de Dios; hoy, con más camino recorrido, sé que solo soy eso… y ese pensamiento me da mucha paz.
En estos días experimenté la verdad de las palabras de Jesús: él estuvo en medio, abriéndonos los ojos para ver, en esta Argentina por momentos tan sombría, sigue abriendo caminos de esperanza. Gracias.