«La Voz de San Justo», domingo 16 de marzo de 2025 – Segundo domingo de Cuaresma
“Jesús tomó a Pedro, Juan y Santiago, y subió a la montaña para orar. Mientras oraba, su rostro cambió de aspecto y sus vestiduras se volvieron de una blancura deslumbrante. Y dos hombres conversaban con Él: eran Moisés y Elías, que aparecían revestidos de gloria y hablaban de la partida de Jesús, que iba a cumplirse en Jerusalén.” (Lc 9, 28-31).
Ya lo había dicho el salmista: “Miren hacia él y quedarán resplandecientes” (Salmo 34, 6). Es lo que vive Jesús: en medio de la oscuridad del mundo, contempla al Padre, se transforma, resplandece y derrama su luz sobre todos.
El evangelio de este domingo concluye así: “Desde la nube se oyó entonces una voz que decía: «Este es mi Hijo, el Elegido, escúchenlo». Y cuando se oyó la voz, Jesús estaba solo.” (Lc 9, 35-34).
Escuchar a Jesús es más que oír palabras. Es abrirnos a su experiencia más honda de Hijo amado, transfigurado por esa comunión con el Padre que sella su alma.
La Cuaresma nos invita a escuchar así a Jesús y a dejarnos transformar por su Espíritu.
Este domingo 16 de marzo recordamos a san José Gabriel Brochero. El secreto de este cura cordobés y santo es ese: entre el rumor del Panaholma y el silencio contemplativo de las sierras, Brochero anduvo con Jesús. Y se le metió en el alma.
Su obra más grande: la casa de ejercicios que edificó para que hombres y mujeres de toda clase y condición entraran también como él en el misterio de la oración que transforma.
Buen domingo.
Buena Cuaresma.
Sigamos rezando por el papa Francisco.