Rey, pastor y juez

«La Voz de San Justo», domingo 26 de noviembre de 2023

“Cuando el Hijo del hombre venga en su gloria rodeado de todos los ángeles, se sentará en su trono glorioso. Todas las naciones serán reunidas en su presencia, y él separará a unos de otros, como el pastor separa las ovejas de los cabritos, y pondrá a aquellas a su derecha y a estos a su izquierda.” (Mt 25, 31-33).

Este domingo culmina el año litúrgico. Es la fiesta de Cristo rey. Un soberano que es también pastor y juez: al caer el día, separa ovejas de cabritos. Cada domingo lo recordamos al recitar el Credo: sentado a la derecha del Padre, “desde allí ha de venir a juzgar a vivos y a muertos.”

Ese juicio se basa en una ley precisa: “tuve hambre, y ustedes me dieron de comer; tuve sed, y me dieron de beber; estaba de paso, y me alojaron; desnudo, y me vistieron; enfermo, y me visitaron; preso, y me vinieron a ver” (Mt 25, 35-36).

La compasión, la misericordia y la cercanía con el que sufre es lo que define la calidad humana de cada uno. Hilemos fino: no se nos pide curar al enfermo, solo cercanía de amigo. De esa cercanía no puede ser excluido ni siquiera un preso justamente condenado.

En definitiva, seremos juzgados por una medida concreta: el mismo Jesús. Cercano a los pobres, enfermos y pecadores, Él vivió así hasta la entrega total de su vida por amor. Solo Dios podía ser tan genuinamente humano.

“Al final de nuestra vida, Señor Jesús, sabrás discernir en nosotros cuánta humanidad hayamos vivido, cada gesto de amor realizado. Sabrás también quemar toda impureza inhumana de nuestro corazón. Por eso, al contemplarte como rey, pastor y juez recobramos la esperanza. Tu juicio será también buena noticia de salvación para nosotros. Amén.”

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