«La Voz de San Justo», domingo 21 de mayo de 2023

«Jesús les dijo: «Yo he recibido todo poder en el cielo y en la tierra. Vayan, y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a cumplir todo lo que yo les he mandado. Y yo estaré siempre con ustedes hasta el fin del mundo».» (Mt 28, 18-20)
“No los dejaré huérfanos, volveré a ustedes» (Jn 14, 18), escuchábamos a Jesús el domingo pasado, despidiéndose de sus discípulos. Atajaba así los sentimientos de tristeza y desazón que comenzaban a despuntar en sus corazones, al ver que Jesús les anunciaba su partida.
Y hoy, celebrando la Ascensión del Señor, más que nunca estas palabras se vuelven actuales. En cierto modo se esclarecen al escuchar la gran promesa que cierra el evangelio de hoy: “Vayan, entonces, y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos […] Y yo estoy con ustedes hasta el fin del mundo» (Mt 28, 19.20).
Esta es la gran experiencia que tienen las comunidades cristianas: “Estoy con ustedes”. ¿Cómo experimentamos esta presencia? No de una manera estática, durmiéndonos en los laureles, sino cumpliendo el mandato misionero: poniéndonos en camino para que todos se conviertan en discípulos de Jesús.
De labios del Señor tomamos las palabras que resuenan cada vez que celebramos el sacramento que nos sumerge en la vida y la alegría de Dios: “Yo te bautizo en el Nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo”.
«Señor Jesús: Estás con nosotros en el camino de la vida. Te descubrimos en la misión de cada día. Tu Evangelio es luz de esperanza. Es palabra de verdad que nos enseña a vivir. Aquí estamos: ¡envíanos! Amén.»