Un Dios de vivientes

«La Voz de San Justo», domingo 6 de noviembre de 2022

“Jesús les respondió: «[…]Que los muertos van a resucitar, Moisés lo ha dado a entender en el pasaje de la zarza, cuando llama al Señor «el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob». Porque Él no es un Dios de muertos, sino de vivientes; todos, en efecto, viven para Él».” (Lc 20, 35).

Sí. Es así. Los cristianos creemos en la resurrección: la de Cristo, la de nuestros muertos y la de nosotros mismos.

Y eso cambia todo. No que cambien las circunstancias o los acontecimientos de la vida. Vivimos la vida de todos, con todos sus avatares. No se nos ahorran problemas, disgustos o tristezas. Obviamente, la muerte nos espera, como a cualquier hijo de vecino; pero es la “hermana muerte”, como decía san Francisco de Asís.

Lo que la resurrección pone patas para arriba es la mirada y la actitud con que los “hijos de la resurrección” encaran la vida. Eso es lo que trae Cristo: nos enseña a vivir y también a morir.

¿Qué a buena parte de los cristianos no se nos nota? Es posible. Pero, a algunos, ¡vaya que se les nota! Basta uno entre miles. Y, así, la esperanza cristiana está poniendo todo de cabeza, encendiendo corazones, despertando preguntas y animando a los cansados. También suscitando burlas, hostilidad y rechazo. Le pasó a Jesús. No nos extrañamos que le pase a alguno de sus discípulos.

“Señor que amas la vida: No sos un Dios de muertos, sino de vivientes. La muerte biológica cierra una etapa del camino. El don de tu vida divina nos abre a la vida verdadera; aquella que nadie vio ni se atrevió a pensar. Es la resurrección que ya palpita en nosotros. Es nuestra esperanza: tu amor no se perderá. Amén.”

Deja una respuesta

Por favor, inicia sesión con uno de estos métodos para publicar tu comentario:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.