«La Voz de San Justo», domingo 4 de septiembre de 2022 – 33ª Peregrinación al Santuario de la Virgencita (Villa Concepción del Tío).





“Junto con Jesús iba un gran gentío, y Él, dándose vuelta, les dijo: «Cualquiera que venga a mí y no me ame más que a su padre y a su madre, a su mujer y a sus hijos, a sus hermanos y hermanas, y hasta a su propia vida, no puede ser mi discípulo. El que no carga con su cruz y me sigue, no puede ser mi discípulo.»” (Lc 14, 25-27).
Este domingo, Dios mediante, hacemos la 33ª Peregrinación de jóvenes al Santuario de nuestra “Virgencita” en la Villa Concepción del Tío. Es la primera, después de la pandemia. De ahí su lema: “Volver a Vos”.
En ese contexto -de camino compartido y de Iglesia joven- escuchemos el evangelio de este domingo, que se abre con las palabras arriba citadas.
Caminemos con un amor grande en el corazón. Para un discípulo de Jesús, ese amor grande es a Él: a su persona. Sus palabras parecen establecer una alternativa con los otros amores que pueblan nuestra vida. No es así. El suyo es un amor que abre, abraza y, sobre todo, ensancha la ya de por sí inmensa capacidad de amar del corazón humano.
Por eso, no tengamos miedo a dejarnos amar por Jesús y a amarlo como Él lo pide: con todo lo que somos y tenemos. Él nos hará capaces de amar como Él. Ese es el significado de su invitación a abrazar la cruz: estar dispuestos a jugarnos por entero, hasta dar la vida.
“Jesús: Te seguimos por el camino. En esta hora de nuestra Patria, que nos gane tu amor, tu mansedumbre, tu capacidad de ver hermanos y hermanas en vez de enemigos. Que no nos gane el miedo al otro. Que nos venza el amor: tu amor. Amén.”