«La Voz de San Justo», domingo 26 de diciembre de 2021

“Como no lo encontraron, volvieron a Jerusalén en busca de él.” (Lc 2, 45).
José y María, mucho antes que los discípulos de Emaús, han aprendido a buscar a Jesús. Los mueve el amor de padres. Es más: los mueve el deseo de cumplir la misión recibida del Padre: cuidar la vida de ese Niño que comienza a caminar solo, como todo adolescente. Y eso significa que comienza a tomar en sus propias manos la misión que el Padre le ha confiado.
También como a los de Emaús, tendrán que comprender el designio de Dios que se cumple en su Hijo: “Jesús les respondió: «¿Por qué me buscaban? ¿No sabían que yo debo ocuparme de los asuntos de mi Padre?».” (Lc 2, 49).
Así es también el camino de las familias: buscar, escuchar y escucharse. Asumiendo el camino con todos sus riesgos, aprender a vivir el plan de Dios que crece en cada hogar. Designio de amor y de alegría compartida.
Una oración simple para concluir: “Jesús, María y José: enséñennos a ser siempre dóciles, como ustedes, a la voluntad del Padre, para que nuestras familias lleguen a ser verdaderas escuelas de vida cristiana. Amén.”
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