Oídos para oír y labios para proclamar

«La Voz de San Justo», domingo 5 de septiembre de 2021

«Después, levantando los ojos al cielo, suspiró y le dijo: «Effatá»» (Mc 7, 34)

“Después, levantando los ojos al cielo, suspiró y le dijo: «Effatá» que significa «Ábrete». Y enseguida se abrieron sus oídos, se le soltó la lengua, y comenzó a hablar normalmente” (Mc 7, 34-35).

Este gesto de Jesús que hoy nos cuenta San Marcos ha inspirado el último gesto litúrgico del Bautismo. Se llama precisamente: el “Effatá”. Mientras el ministro toca los oídos y los labios del recién bautizado, dice la fórmula ritual: “El Señor Jesús, que hizo oír a los sordos y hablar a los mudos, te permita, muy pronto, escuchar su Palabra y profesar la fe para gloria y alabanza de Dios Padre”.

Cada vez que nos acercamos con fe sincera a las Escrituras, suplicando escuchar en ellas la Voz de Dios, este rito bautismal cobra todo su significado. Lo mismo, toda vez que, de palabra o de obra, testificamos nuestra condición de discípulos. Este domingo, pidamos la gracia de que el Espíritu actualice el don precioso del Bautismo que nos permite orar y confesar nuestra fe.

¡Ya estamos en septiembre! Es el mes de la Biblia, de la primavera y de la juventud. La lectura orante de las Escrituras, en cualquier momento del año o de nuestra vida, trae la frescura de Dios a nuestra vida. Renueva nuestra juventud y hace florecer la esperanza. Animémonos a dedicar, cada día, un buen tiempo a la “lectura de Dios”, como enseñan los maestros espirituales. “Aprende a conocer el corazón de Dios en la lectura de sus palabras”, escribía san Gregorio Magno a un discípulo suyo. Que sea nuestro lema motivador en este septiembre 2021.

Podemos orar así: “Abre, Señor, nuestros oídos a tu Palabra. Haznos escuchar siempre tu Palabra, para que permanezcamos tus discípulos, atentos a tu Voz de Buen Pastor. Y que nuestros labios siempre canten tu misericordia. Amén.”