«La Voz de San Justo», domingo 23 de mayo de 2021
“Jesús les dijo de nuevo: «¡La paz esté con ustedes! Como el Padre me envió a mí, yo también los envío a ustedes» Al decirles esto, sopló sobre ellos y añadió «Reciban al Espíritu Santo…»” (Jn 20, 21-22).

Pentecostés no es un hecho del pasado. Es hoy. Acontece ahora. Es el presente. Y lo es para todo el mundo, para la humanidad y también para la creación.
Pentecostés es hoy, no solo porque es la fiesta litúrgica que cierra el tiempo pascual, sino porque Cristo resucitado sigue comunicando su Aliento (su Espíritu) a sus discípulos, al mundo, a nuestro presente.
Más que nunca hoy, rezamos con las bellas palabras del Salmo 104: “Si escondes tu rostro, se espantan; si les quitas el aliento, expiran y vuelven al polvo. Si envías tu aliento, son creados, y renuevas la superficie de la tierra.” (vv 29-30). Vivimos por el Aliento de Jesús. La creación entera anhela el soplo vivificante del Espíritu.
Y nuestra misión es, así alentados por el Espíritu de Cristo, llevar su alegría y su paz al mundo. Ser artesanos de paz, de reconciliación, del perdón. Junto con el don del Espíritu, Jesús confía a su Iglesia el signo del Perdón de Dios. Esa es la misión de la Iglesia en el mundo.
¿Un signo de esta actualidad de Pentecostés? La vida de este chico santo, cuyas reliquias nos visitan: Carlos Acutis. Una vida transformada, luminosa y, por eso, provocativa.
En este domingo de Pentecostés, te invito a orar: “Ven a nosotros, oh, Espíritu Santo, Espíritu del Padre y del Hijo. Ven y cólmanos con tu santa unción. Haz de cada comunidad cristiana, de cada bautizado y confirmado, testigos valientes de tu fuerza y de tu fuego, que es el amor de Cristo que hace nuevas todas las cosas. Conviértenos en artesanos de paz, de amistad y de reconciliación. Amén.”
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