Comparto con ustedes estas palabras que he escrito, recogiendo lo que hay en mi corazón al cumplir siete años del inicio del ministerio pastoral como obispo de San Francisco.

“Vas a ser muy feliz aquí”. Por dos veces, Mons. Carlos Tissera me dijo esa frase.
Al cabo de estos siete años puedo decir que tenía razón.
Créanme que soy muy feliz aquí.
Hoy por hoy -lo reconozco- no es poca cosa reconocer esa gracia. Porque lo es: un don inmerecido.
Revisando algunas notas espirituales que tomé aquellos días de agosto de 2013, encontré que, ya entonces, le pedía al Señor, por intercesión de la Virgencita y de San Francisco, la gracia de “enamorarme” de esta diócesis.
Puedo testimoniar que el Señor me la ha concedido. Me ha conquistado el corazón.
Con ustedes estoy caminando la fe. Sigo aprendiendo a ser discípulo, a escuchar y obedecer a Jesús y su Evangelio. Eso es muy fuerte y hermoso. Es lo que hace la comunidad eclesial: ayudarnos a quienes nos sentimos hijos e hijas de la Iglesia a ser discípulos de Jesús. La Iglesia es -como María- madre que nos engendra en la fe.
Ese proceso de darme a luz como cristiano comenzó en la Iglesia doméstica de mi familia, se prolongó en la Iglesia diocesana de Mendoza y sigue su curso en la Iglesia diocesana de San Francisco.
Aquí está la Virgencita. Cada vez que visito su Santuario, en Villa Concepción, siento casi físicamente el consuelo de Dios a través de María. Me pasa lo mismo en Villa del Tránsito, en Colonia Vignaud, en Plaza de Mercedes …
Me siento parte de la fraternidad que es el Presbiterio diocesano de San Francisco. No solo porque, teológica y jurídicamente, el obispo es parte del mismo, sino por el espacio real, concreto y afectivo que mis hermanos sacerdotes, con Baldomero aquí presente, me han dado.
Sepan que lo vivo como un gesto de inapreciable valor. Gracias.
Gracias a todos por abrirme las puertas de sus corazones.
Sigamos caminando.
Seamos servidores de la alegría y de la esperanza que nacen de Jesús, el hijo de María, nuestro Señor, Amigo y Salvador.
Sigamos caminando.
Debe estar conectado para enviar un comentario.