«La Voz de San Justo», domingo 14 de Julio de 2019
Jesús cuenta la parábola del Buen Samaritano (cf. Lc 10, 25-37) porque busca que su oyentes se cuestionen desde dónde miran la vida. No se trata de identificar quién es mi prójimo, sino de convertirme yo mismo en prójimo. Tomar la iniciativa y ponerse manos a la obra. Dejar de mirar desde la vereda de enfrente, esperando que otros se hagan cargo.
Esa es la lógica que anima a Cáritas como a tantas otras organizaciones de la sociedad. Se hacen cargo de lo que pueden, como pueden y hasta donde les da el cuero. Y más también. Esa solidaridad va más allá de los discursos. Genera redes de contención y suscita, con notable imaginación, iniciativas de promoción. Silenciosa pero muy eficazmente, transforma y dignifica vidas.
Hay muchos y muy buenos samaritanos entre nosotros. Ellos son las puertas siempre abiertas de Jesús, el Buen Samaritano. Ojalá que vos también escuchés ese llamado y te sumés a esa red de vida.
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