Campaña para el sostenimiento de la obra evangelizadora de la Iglesia diocesana de San Francisco

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Carta pastoral del obispo Sergio O. Buenanueva

17 de abril de 2016, IV Domingo de Pascua

A los fieles católicos y personas de buena voluntad de la Diócesis de San Francisco.

Estimados amigos y hermanos:

¡Qué la alegría y la paz de Cristo resucitado estén con todos ustedes!

El próximo mes de mayo vamos a realizar la 1ª Campaña para el sostenimiento de la obra evangelizadora de la Iglesia diocesana de San Francisco.

El motivo de esta carta pastoral es presentarles esta iniciativa diocesana, su sentido, finalidad y algunas de sus características.

Cuesta bastante hablar del tema “plata” en la Iglesia. A veces por temor, otras por pudor. Por eso, quisiera proponerles conversar con franqueza, claridad y sencillez acerca del sostenimiento de la obra de la Iglesia. Un tema que nos incumbe a todos, porque todos somos Iglesia.

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¿Qué finalidad tiene esta campaña?

Sobre todo, que cada bautizado y miembro de la Iglesia tomemos mayor conciencia de la responsabilidad que tenemos en la obra evangelizadora de nuestra Iglesia diocesana. Esto implica compartir nuestros bienes: tiempo, talentos y dinero. ¿Qué doy yo a la misión de todos? ¿Cuál es mi parte? ¿Me siento miembro vivo de la diócesis?

De manera especial, queremos atender a tres necesidades fundamentales de la obra evangelizadora de nuestra diócesis: 1) el sostenimiento de los sacerdotes ancianos y enfermos; 2) el sostenimiento de los seminaristas; y 3) fortalecer la obra caritativa y solidaria de la diócesis.

¿Por qué una campaña?

Por tres razones: 1) En nuestras comunidades, muchos hacen mucho bien a muchas personas. Tenemos que saberlo y difundirlo. 2) Porque esta obra evangelizadora se sostiene con el aporte de todos los bautizados. Queremos recordarlo. 3) Porque tenemos algunas obras que requieren mayor aporte de todos: formación de seminaristas y otros agentes de pastoral; atención de sacerdotes ancianos y enfermos; acción solidaria. Tenemos que hacernos cargo.

¿Cómo surgió la idea de hacer la campaña?

Fue una iniciativa del Consejo de Asuntos Económicos de la diócesis. Formado por varios laicos y un sacerdote, tiene como misión asesorar al obispo en la administración de los bienes eclesiásticos.

Surgió al constatar diversas necesidades materiales de la diócesis, y la conveniencia de favorecer una mayor toma de conciencia del deber que tenemos los católicos de sostener con nuestros bienes la obra evangelizadora. Subsisten todavía entre nosotros ideas equivocadas al respecto, incluso prejuicios y malentendidos. Se necesita información clara.

De paso: ¿cómo se sostiene económicamente la obra evangelizadora?

Ya lo dijimos, con el aporte generoso de los católicos de la diócesis. Representa hoy el 93 o 94 % de los ingresos ordinarios de nuestras comunidades.

Contamos también con la solidaridad de distintas agencias católicas de ayuda, tanto de Argentina (“Más por menos”, “Caritas”, p.e.) como de otros países (“Adveniat”, “Kirche in Not”, entre muchas). Los católicos de todo mundo compartimos nuestros bienes. Ayudamos y nos ayudan. Esa es la vida de la Iglesia de Cristo.

Como en la mayoría de los países, también el Estado argentino hace un aporte: la Nación destina el 0,005 % del presupuesto nacional al sostenimiento de la Iglesia católica. La provincia y los municipios nos ayudan en algunas obras: construcción o reparación de instalaciones, subsidios a obras sociales, etc. La Iglesia católica y otros cultos reconocidos también se benefician de diversas exenciones tributarias.

En síntesis: somos los católicos los que, de hecho, sostenemos la obra evangelizadora de la Iglesia. Ese aporte ha de crecer, para mejor servir al anuncio del Evangelio, para asistir a los menos favorecidos y también para ganar mayor libertad respecto del Estado. La Conferencia Episcopal Argentina está trabajando en esta misma dirección.

¿Qué características tendrá la campaña?

Será en el mes de mayo en que celebramos a la patrona de la diócesis: la Virgen de Fátima. La idea es hacerla cada año, para esta misma fecha.

Como su finalidad primordial es informar y crear conciencia, los principales medios que usaremos serán: difusión durante las Misas de fin de semana; afiches y material gráfico; entrevistas y otras formas de difusión a través de los medios de comunicación locales.

Se van a distribuir también sobres para que los que así lo deseen hagan un aporte especial de dinero, distinto de las colectas de Misa, que se distribuirá así: 70 % para el obispado y 30 % para cada comunidad parroquial.

Por encima de todo, queremos que se hable de este tema que también hace a la misión evangelizadora.

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Nuestra diócesis se siente llamada a una profunda conversión pastoral que nos haga más misioneros: una Iglesia “en salida” y no recluida, que sale al encuentro de las personas, sobre todo de los más necesitados y vulnerables.

Forma parte de esa conversión misionera una profunda reforma económica de la diócesis basada en algunos ejes fundamentales: conciencia de la corresponsabilidad de cada bautizado en la misión común; comunión y solidaridad en el compartir tiempo, talentos y dinero; atención especial a las comunidades, familias y personas más pobres y vulnerables; transparencia, eficacia y modernización en la administración de los bienes materiales.

El año pasado dimos un paso importante al aprobar un conjunto de normas diocesanas para la administración de los bienes eclesiásticos. Estamos también realizando encuentros con los Consejos de asuntos económicos de las parroquias para ayudarnos a mejorar nuestra administración siguiendo las normas de la Iglesia. Esta campaña es un nuevo paso en esta dirección: mejorar nuestra acción misionera, destinando más y mejores recursos humanos y materiales al anuncio del Evangelio.

Que esta Campaña nos ayude a “hacer el bien no sólo delante de Dios sino también delante de los hombres” (2Co 8,21).

A San José, custodio de Jesús y de María, le confiamos este desafío que asumimos como Iglesia Diocesana en bien de la obra evangelizadora.

Que Dios los bendiga a todos,

+ Sergio O. Buenanueva

Obispo de San Francisco